miércoles, 23 de junio de 2010

Pedro y el lobo.

¿Por qué mentimos?
Realmente creo que en un mundo donde la imagen de uno lo es todo, la mentira más que un arma es una herramienta.
Muchísima gente la ha utilizado a través de la historia para poder beneficiarse de manera impune.
Vos que estás leyendo esto sabes que alguna vez mentiste, yo alguna vez mentí, todos alguna vez mentimos.
Ahora bien, ¿será que el vivir en Argentina lleva a que seamos más mentirosos?
Piénsenlo así: Argentina es un lugar donde todo el mundo vive de su imagen; dietas, gimnasio, liftings, botox, implantes y mucho más solo son parte de lo que significa vivir en un país donde tu imagen te define, y no sos vos quien define tu imagen.
Lamentable, oh si, pero Argentina en fin.
Volviendo al tema principal, si la gente hace ese tipo de sacrificios por su imagen, ¿por qué no mentir? Yo les voy a decir por qué.
Es tan aberrante o peor mentir a hacerse una cirugía.
Cuando uno se realiza una cirugía plástica de cualquier índole solo para mejorar su aspecto físico, no se acepta como es, y al no hacerlo quiere transformar ese cuerpo que ve con fallas en un cuerpo bonito (a los ojos de ella/él).
Cuando uno miente, hace lo mismo.
Cambiamos la realidad que nos rodea, manipulamos una historia, un contexto, una realidad para que todos nos vean con diferentes ojos y salir ganando de una u otra manera. ¿Pero saben qué es lo peor de todo? Que si te operas todos dicen:
1) Pobre infeliz, mira lo que tiene que hacer para sentirse bien consigo mismo/a.
2)Que bueno/a que esta! (En algunos casos)

Ahora, si mentís, perdés más que credibilidad física; perdés credibilidad y punto.
Si mentís y la gente sabe, no va a creer más en vos. No vas a poder hablar sin que te miren de manera extraña y te miren con ojos desconfiados. Van a susurrar entre unos y otros sobre lo poco que te creen, y lo mentiroso que sos.

Así, la mentira termina siendo mala; piadosa o no.
Así, no se puede vivir.
Hay que sincerarse y dejar que todo fluya, que no hay mejor manera de purificar la mente y la conciencia de uno mismo que diciendo la verdad.

Recuérdenlo hoy y siempre.
Es un humilde consejo de alguien que mentía y dejo de hacerlo por su propio bien y el de los demás.

Alejandro.


(En este texto solo utilizo el ejemplo de las cirugías estéticas en el caso de gente que paga para mejorar su cuerpo estéticamente por su imagen, no de la gente que sufrió accidentes de cualquier tipo o tiene que realizarse éste tipo de operaciones para poder mejorar su calidad de vida.)

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